En ocasiones tomamos decisiones que nos hacen feliz pero cambian todo nuestro norte, que nos suman nuevas responsabilidades y que de una manera u otra afectan la relación que tenías con las personas que te rodeaban o eran parte de tu círculo antes de cambiar tus prioridades.
Antes (por lo menos en mi caso), me era fácil decidir entre pasar una tarde con mis amigas o acompañar a mi pareja en un momento de agotamiento.
Pero ahora las cosas han cambiado, del hecho de vivir solo para ti, para dedicarte a vivir para la otra persona; y con esto no digo que debemos cambiar todo nuestro mundo, pero sí que el mismo se ve afectado y debes limitar las cosas que quizás antes podía hacer con cierta libertad (salir de juerga, salir con tus amigas hasta las tantas de la noche, etc), y que ahora no es correcto por el nuevo rol que asumes ante la sociedad y ante tu pareja.
Pero hay algo de lo que si me he dado cuenta, y es que nosotras las mujeres (por lo menos en mi caso) realizamos y asumimos esos cambios, pero en el caso de nuestras parejas (dicho de forma no generalizada), hacen caso omiso a los cambios que son parte del nuevo tipo de vida que se acaba de asumir.
Pero a pesar de ello, me siento feliz en mi nueva vida y hasta ahora no la cambiaría por nada.
Espero que todo siga como hasta ahora, así que deséenme suerte en mi matrimonio.
0 comentarios:
Publicar un comentario