SUSPIROS Y ANHELOS

Presa en ti

Hoy pienso en ti,
En tus ojos y en la profundidad de tu mirada que muestra como un espejo la frialdad de tus pensamientos.

Hoy pienso en ti,
Y mi pluma se niega a escribir lo que por mi mente transcurre, por temor a que descubras que tu sonrisa cautivo mi mirada y quedo plasmada en mis pensamientos.

Hoy pienso en ti,
Y me embarga la duda, la necesidad de sentirme altiva frente a tus ojos, de sentirme mujer ante tu mirada y ante tus deseos.

Hoy pienso en ti,
Y al ver a mi alrededor, tu rostro esta en los rostros de aquellos que me observan, haciendo dibujar una sonrisa efímera en mis labios, al darme cuenta que no estás.

Hoy pienso en ti,
Como lo hice ayer y como de seguro lo hare mañana.

Distancia

Distancia, eco infinito,
vacío constante que hace fría
y amarga la más dulce palabra, el más dulce deseo.

Caminas como espectro sin rumbo,
que envuelves en tus miedos el deseo y la esperanza,
que tomas en tus brazos cada ilusión que sale a volar de un pensamiento.

Distancia, protagonista de la desdicha,
de la duda; protagonista de la desilusión.

Los mares son ejemplo de tu proeza;
los cielos marcan la lejanía de los que sueñan.

Y aunque apresas en el pecho un gran dolor
y haces que el asomo de las lagrimas
inunden los mas esperanzados ojos,
aunque logres que se pierda,
como se pierde la luz en la más inmensa oscuridad
la ilusión de que algún día;

habrá fuerza más grande que tu,
habrá voluntad que logre quebrarte,
habrá aquel amor protagonista;
aquel amor que será puro y verdadero,
que soportará las llagas que serán producto
de tu infinito infierno y que logrará quebrar la soledad
y el silencio que forman parte de ti,
distancia.

Ladrones

Muchos nos llaman poetas,
pero realmente somos ladrones.

Ladrones del silencio de la noche y del esplendor del amanecer;
ladrones de la majestuosidad de la luna y de su bella luz,
del verso mudo de las flores y de la inmensidad del mar;
del azul inalcanzable del cielo y la eternidad.

Ladrones de la sutileza y belleza de una rosa;
de la armonía del canto de un ave
y la tranquilidad contagiosa del suave vaivén de los árboles.

Ladrones de la frescura del viento y del calor del sol.
Del inmenso frío del invierno,
y la cascada de hojas que nos deleita en cada otoño.

Ladrones de camino perdido entre flamboyanes y el sonido seductor de un hermoso río;
de la embriaguez que provoca un dulce beso y
de la ficción en que se desenvuelve un sueño.

Ladrones del amor y la desilusión.

Sólo...
Porque robamos de las cosas bellas la esencia
para recrear en un verso la intensidad del amor.
para regalar con poemas lo que con palabras se le hace imposible al corazón.
porque insistimos en que detrás de la simpleza de una caricia hay un fuerte verso inspirado en la pasión;
por que expresamos con palabras dulces
el enojo y la desilusión.

!Por eso nos llaman poetas!

Pero no somos más que un simple ladrón.

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